¡Bienvenidos, Enredados! Si estás leyendo esto es probable que, como yo, a veces te sientas un poco como bola de estambre después de que un gatito le pasó por encima.
Soy Angie, la mente (algo dispersa, ¡gracias, TDAH!) detrás de este nuevo lío proyecto.
¿Mi historia? Un enredo con final feliz (y mucho estambre)
Durante años, mi vida se sentía como un scroll infinito. El trabajo, las redes sociales, las noticias, los mensajes… era un bombardeo constante de información. Me encontraba más pegada al Wi-Fi que a mi propia respiración, y, seamos honestos, mi atención, cortesía de mi TDAH, no ayudaba mucho a poner orden en ese caos digital. Vivía acelerada, buscando ese “no sé qué” que me ayudara a poner un freno, a realmente sentir que estaba viviendo.
Fue en medio de ese “enredo” digital donde encontré mi refugio: las manualidades. Agarrar un pincel, sentir la textura del papel, ver cómo los hilos se convertían en algo con cada puntada… era como si mi cerebro, por fin, se pusiera en “modo avión”. Una puntada, una doblez, un corte, y de repente, el ruido digital se desvanecía. Solo existía el color, la textura y el placer de crear algo tangible con mis propias manos. Era mi manera de desconectar para conectar; conectar conmigo misma, con mi creatividad y con la vida real que pasaba fuera de la pantalla.
¿Por qué nació “Enredo Creativo”?
Este blog no es solo un lugar para aprender a hacer cosas bonitas. Es mi pequeño manifiesto personal contra la sobrecarga digital y un espacio para celebrar la vida simple a través de la creatividad.
Lo abrí por varias razones que, si eres como yo, quizás te resuenen:
- Para compartir el “antídoto”: Descubrí que las manualidades son mi mejor herramienta para bajar el ritmo, centrarme y encontrar una calma que las pantallas no me daban. Quería compartir ese secreto con otros que, como yo, buscan un respiro auténtico.
- Para celebrar la imperfección (y el TDAH): Mis proyectos no siempre son perfectos, y mi proceso a veces es un “enredo” de ideas y caminos alternativos. Y eso es exactamente lo que quiero mostrar. Aquí celebramos los pequeños accidentes, las risas en el proceso y la belleza única de lo hecho a mano, lejos de la presión de la perfección digital.
- Para fomentar la conexión real: Vivimos en un mundo hiperconectado, pero a veces nos sentimos más solos que nunca. Crear con las manos es una forma de conectar con uno mismo, con la paciencia, y a veces, hasta de conectar con otros a través de un regalo o una actividad compartida.
- Para recordarte que la vida real es tangible: Que los “likes” más importantes son los que sientes cuando terminas algo con tus propias manos, y que el scroll más gratificante es el de tu hilo de bordar.
Así que, si te sientes abrumado por las notificaciones, si añoras la satisfacción de crear algo tangible, o simplemente si buscas un espacio donde reírte de tus propios “enredos” creativos, ¡has llegado a tu lugar!